miércoles, 26 de agosto de 2009

Anoche

Sabes... anoche fue una noche especial...
Pude saborear tus palabras, pude sentir tus miradas a travéz de la señal de un teléfono.
Acaricie lentamente cada uno de tus cabellos y pude reflejarme en la calidez de tu sonrisa.

Mis nervios no se calmaban, mis manos no dejaban de temblar... pero tus palabras tranquilizaban mi alma, me acurruqué en la risa especial que solo tú tienes.

Soñe tranquilamente mientras el reloj caminaba lentamente...
Solo la noche fue mi complice para soñar con tu belleza...

Hoy espero sentir de nuevo esa sensación tan única que solo tu produces, que solo tus palabras pueden calmar.

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